Soledad Deza
Abogada, mg en género, sociedad y políticas públicas
La restricción judicial de libertades es paralizante en cualquier sociedad democrática. Si viene por el lado de la soberanía sexual, más todavía, porque los efectos de esas restricciones impactarán con mayor crueldad según el género, la clase, la orientación sexual, la posición social, la raza, la edad y tantas otras desventuras superpuestas en la vida de las mujeres.
Aborto en EEUU: ¿cuáles son los estados en los que está prohibido y cuáles lo restringirán?Este fallo es una reacción feroz de los conservadurismos religiosos y neoconservadurismos políticos a los avances feministas, avances que desestabilizan el orden sexual jerárquico y desafían al propio sistema capitalista que se sirve de planes vida miserables, como son los que impone la maternidad obligatoria o el aborto inseguro.
El rancio giro jurisprudencial que muestra la Corte de Estados Unidos en el caso “Dobbs” no es aislado, tuvo otros antecedentes en la misma línea como el caso “Hobby Lobby”, donde aceptó la objeción de conciencia empresarial para la cobertura de métodos anticonceptivos.
La Corte Suprema de Estados Unidos revocó la protección constitucional al derecho al abortoEs decir, la decisión de abortar sin dudas es el botín mayor del statu quo conservador, pero no nos engañemos, su agenda incluye el llamado a revertir los derechos a la identidad de género, a la educación sexual, a la anticoncepción, al matrimonio igualitario y en general, cualquier expresión autónoma que contraríe la moral sexual restrictiva de sus dogmas religiosos o como lo enmascaran en la sentencia “las tradiciones del derecho común”.
Afortunadamente, la situación de nuestro país es diferente y contamos con el reconocimiento expreso del derecho a abortar en la Ley N° 27.610, producto de consensos sociales y democráticos construidos con el impulso feminista a lo largo de 40 años y si bien hay algunas acciones en la Corte Suprema de la Nación que buscan revertirla, no hay margen convencional, ni constitucional para invalidarla.
Restringir el aborto sólo lo hace más mortal, advirtió la ONUEstados Unidos está hoy en el lugar que, en Argentina, dejamos atrás en 2020: la sociedad de la desigualdad, la hipocresía y la criminalización. Es allí donde decanta la decisión de la Corte estadounidense cuando deja sin efecto el precedente de “Roe vs. Wade” y retrotrae 50 años la dignidad de las mujeres.
El “Norte” tiene que pelear ahora su aborto legal. Quizás sea la hora en que el “Sur” -asediado históricamente por los conservadurismos religiososle cuente cómo se lidia democráticamente con la falta de laicidad estatal y le muestre cómo se quita de la mesa política patriarcal la libertad sexual, moneda de cambio de todos los oficialismos y de todas las oposiciones, de aquí y de allá.